lunes, 10 de febrero de 2014

Juegos de calle. Vidrio, metal y madera.

Ahora puede resultar tarea difícil en los actuales parques de juegos reproducir aquellos juegos que nos entretuvieron en los 70-80's., con esos suelos acolchados de caucho, o a base de piedrecitas. Donde jugamos mis amigos y yo disponíamos de un parque de juegos con tierra de albero, la perfecta superficie para practicar nuestros juegos preferidos de calle: canicas ( las bolas!), chapas y trompo. Justo al lado, una zona ajardinada con tierra arcillosa y algunos lugares despejados ofrecía el espacio perfecto para jugar a la lima. Si el suelo tenía la consistencia adecuada gracias a las lluvias o una regada copiosa, dibujábamos el "teje" sobre el cual se jugaba a clavarla sucesivamente en las casillas del recorrido.

Me ha resultado singular ver de nuevo jugar a los niños en el cole al trompo, aunque unos "trompos" algo diferentes a los que usamos nosotros, mucho plástico y lucecitas, quizás más "seguros" que nuestras "bestias"  de madera con punta "carnicera" afilada destinada a machacar los trompos que bailaban prisioneros dentro de la "olla", decorados con los esmaltes de uñas escamoteados a nuestras madres y con  los rotuladores carioca o potombo, de vivos colores, protegidos con chinchetas claveteadas en su coronilla..... Y es que en el albero dibujabas el círculo al que llamábamos la "olla", depositabas los trompos de "papagache", los que intentabas sacar de la olla con tus trompos "buenos" bien por impacto directo que lo sacara de la olla, bien por empujón de tu trompo al que hacías bailar en tu mano después de haberlo levantado en el aire con la cuerda desde el suelo sin dejar de girar.....cuanta habilidad. pero hay de ti si tu trompo favorito se quedaba bailando fijo dentro de la olla, se convertía automáticamente en el blanco de los contrincantes, ávidos en dejarte marcado el trompo de un certero puazo, si no lo perdías, claro.





Del trompo igual pasábamos a las canicas, las "normales", transparentes con pétalos de color en su interior;las de colores puros, las más habituales azules; las de "pingui", blancas con manchas de color, de acero, las "gordas" o "bolones", menos prácticas para jugar.





También el albero era la superficie ideal, hacías un agujero para jugar al "oyito", o dibujabas un rectángulo para jugar al "cuadraito", donde cada jugador dejaba una bola de apuesta y uno por uno desde una línea de juego apuntabas al cuadrito donde estaban las bolas, te ganabas las que sacaras del mismo y perdías la tuya si se quedaba dentro del cuadrito. Si sacabas una del mismo te la ganabas y repetíastrada.

El trompo es nuevo, las canicas 100% veteranas unas compradas, otras ganadas.




Y las chapas, cuantas posibilidades de juego nos daban unas simples chapas. Corríamos a las puertas de los bares a buscar chapas por el suelo, las más "lisitas", menos deformadas, las más cotizadas.Luego la gran herramienta de construcción de todo terreno de albero, el ¡palo de helado!


Ese palito de madera marcaba, delimitaba el ancho de la carretera, formaba los obstáculos, los fosos, puentes, etc....de los circuitos de "cross" para las carreras de chapas.

Si te salías del circuito, vuelta a empezar. también ese palito de helado dibujaba el terreno de juego para un emocionante partido de fútbol con chapas. A esas chapas en un momento determinado les añadimos los jugadores, nosotros mismos nos los dibujábamos, hacíamos nuestros equipos y todo era bastante creativo, un Subbuteo callejero en toda regla.

Estos 2 jugadores venían en alguna promoción, son los únicos que conservo.



jugadores artesanales supervivientes curtidos en mil partidos.



3 comentarios:

Luijuas y Cia. dijo...

Que virguería de chapas, están genial con esos "jugadores artesanales" que bueno que los conserves. Nosotros hacíamos circuitos en la arena de la playa para hacer carreras de chapas que cogíamos en la cafetería de la misma.
Y las canicas, que recuerdos, menudas batallas.
Muy buena entrada. Saludos.

SERIAL dijo...

El pato y el león futbolistas era una baratija de kiosko tipo sobre sorpresa que consistia en un cartoncillo con los animalillos impresos para recortarlos (delantera y trasera,creo que venian cuatro) venian enrollados tipo tubo y envueltos en un papel de seda, incluian una chapita metalica redonda agujereada a ambos lados con un escudo de futbol impreso, valian una peseta y datan de mediados - finales de los 70, llegué a tenerlos casi todos y organizabamos unos partidos de lujo, una gozada revivir y ver esa reliquia que hasta ahora era solo un recuerdo,
saludos cordiales y espero les haya servido mi aclaración.

Amador Sevilla dijo...

Serial, muchas gracias por el comentario y el apunte sobre los animalillos futbolistas, yo ya no lo recordaba. Si recuerdo haber tenido muchos, finalmente acabamos haciéndonos nosotros los futbolistas, cada uno decorábamos los nuestros con equipaciones personalizadas. Gracias de nuevo :)